El sistema de doble piel de aluminio y cristal está pensado para combinar en fachadas con muro cortina. Ofrece grandes posibilidades tanto técnicas como estéticas para mejorar las prestaciones de dichas fachadas. Los perfiles principales se fabrican en aleación de aluminio 6063 T5 y las fijaciones en acero inoxidable.
La doble piel permite un mejor control de la ventilación y la optimización de la iluminación por luz natural. Entre la piel interior y exterior se genera un espacio de amortiguación térmica que, según la época del año, abriendo o cerrando la piel interior o la exterior, contribuye a refrigerar o a calefactar el espacio habitable. Ésto influye de forma directa en el gasto energético para la climatización del edificio, contribuyendo a hacer un uso más eficiente de la energía.
La celosía de cristal se puede adaptar a las necesidades de cada proyecto: las dimensiones de los perfiles, modulación o agrupación de las lamas móviles. Ante cualquier consulta por condiciones especiales de su proyecto, no dude en ponerse en contacto con nosotros.
VERANO
Busca un mayor sombreamiento según la inclinación del sol y de las lamas: de 0º a 100º respecto a la horizontal.
INVIERNO
Busca una mayor entrada de luz según la inclinación del sol y de las lamas: de 0º a 100º respecto a la horizontal.
NUBLADO
Máxima apertura para reflejar la luz indirecta e introducirla en el edificio.
El sistema de perfiles de aluminio dan soporte a lamas de vidrio templado laminado de seguridad con un espesor máximo de 16 mm. Las posibilidades estéticas son infinitas pues entre las láminas de vidrio se pueden integrar diseños de impresión, láminas de color o cualquier otra elemento de diseño o control de transparencia. También es posible combinar el sistema con otros materiales para las lamas como chapas metálicas, plásticas o de madera. Respetando siempre el espesor máximo de 16 mm.
El sistema ofrece la posibilidad de colocar las lamas fijas o móviles (de 0º a 100º respecto a la horizontal) mediante un sistema de motor y árbol de transmisión. En este último caso se crean grupos móviles por planta cuya longitud dependerá del peso de las lamas. En cada frente de forjado, una lama fija oculta el motor y la transmisión y absorbe, en caso de que lo hubiera, cualquier desajuste de la modulación.